Escaras: consejo práctico

Consejo práctico para el tratamiento de escaras y llagas de presión

Aún sabiendo que el tratamiento de escaras puede resultar bastante complicado y desafiante, no debemos olvidar que la prevención y un exhaustivo cuidado de la herida siempre es la mejor opción. Desafortunadamente, muchos pacientes son víctimas de escaras y llagas de presión causadas por el personal mal entrenado o poco calificado presente en los centros especializados en el cuidado de personas mayores.
Aunque este personal médico asevere que se está haciendo todo lo posible para resolver el problema, existen algunas maneras prácticas que pueden ser llevadas a cabo por los mismos familiares para asegurarse de que estas escaras, potencialmente fatales en muchos casos, no empeoren.

Lo primero que hay que saber, es que los residentes que desarrollen escaras o llagas de presión deben ser trasladados lo antes posible a un centro médico. Ahora bien, si el paciente se encuentra atravesando la primera fase de esta complicación cutánea, puede ser tratado de la siguiente manera:

1. Establecer inmediatamente un cronograma detallado de cambio de posición de la persona: esto significa que deber ser movida cada 15 minutos de una posición a otra.

Además, el área en que se ha empezado a desarrollar la escara debe ser completamente aislada. En añadidura, los pacientes pueden hacer uso de almohadones o aditamentos necesarios para liberar presión de las llagas existentes. Estos almohadones consisten en una gran variedad de artículos de espuma, aire, o agua a presión, que amortiguan y protegen la zona de la piel afectada.

Si la escara avanza de la primera a la segunda etapa, el traslado a un centro médico especializado es algo imperativo. En este punto, la mayoría de casos requieren de atención dedicada, monitoreo constante y tratamiento agresivo por parte de profesionales de la salud: muchas residencias no cuentan con el personal o con las instalaciones necesarias para tratar adecuadamente este tipo de complicaciones.

En esta segunda etapa, las escaras o llagas pueden ser tratadas sin necesidad de entrar al quirófano. Muchos doctores prescriben soluciones salinas para limpiar delicadamente el área afectada. Aún sabiendo que en este punto la cirugía no es indispensable, un gran número de pacientes necesitarán un tipo de tratamiento especial para tratar las heridas conocido como desbridamiento.
¿Qué es desbridamiento? Es un proceso en el que el médico hace uso de un bisturí para remover el tejido muerto. Nuestro cuerpo reacciona inmediatamente a él tratando de curarse a sí mismo: el objetivo de este tratamiento es incrementar la circulación de la sangre, mejorar el estado del tejido infectado y estimular su regeneración. Como paso siguiente al mismo, se requiere un seguimiento exhaustivo y riguroso.

La verdad es que las escaras son mucho más fáciles de prevenir que de curar. Sin embargo, si se logra pillarlas en sus primeras etapas, es más sencillo que las familias tomen conciencia del problema y presionen para que se le brinde un mejor tratamiento al paciente antes de que el problema se salga de control.
El hecho de que los familiares de un ser querido se mantengan al tanto de los cuidados que éste recibe, es algo muy bueno y altamente recomendable. No obstante, si usted hace un seguimiento de la situación para asegurarse de que su familiar sigue las recomendaciones señaladas más arriba, las posibilidades de una recuperación satisfactoria y sin complicaciones son mucho mayores.

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Escaras: una industria billonaria

Escaras: la industria del billón de dólares

De acuerdo a una información extraída del National Ducubitus Foundation, más de un millón de personas sufre cada año de la aparición de escaras (llagas de presión) potencialmente fatales. Cuando se llevó este estudio a las instalaciones de un hospital, los resultados mostraron que aproximadamente el 10% de los pacientes tienden a presentar esta complicación cutánea en cualquier momento.
Aunque esta cifra puede resultar un tanto sorprendente, hay muchas posibilidades de que el número real de casos sea mayor debido a que muchos de los centros médicos que han sido protagonistas de casos de este tipo no participaron del estudio.

La verdad es que la aparición de escaras puede ser inevitable en algunas ocasiones. Sin embargo, la gran mayoría de casos que se suceden en hospitales y centros especializados en el cuidado de personas mayores suelen ser el resultado de una completa negligencia: por mencionar alguno, cuando un paciente está sentado o recostado durante 8 horas sobre sábanas o con ropas empapadas en orina desarrolla llagas de presión (escaras) como resultado… y eso es negligencia; cuando una enfermera no puede mover al residente cada dos horas porque el hospital no cuenta con el personal necesario y éste empieza a presentar escaras… eso es negligencia.
Resulta inaudito que casos así puedan ser perfectamente evitables, solamente con un poco más de atención y el apoyo de algunos miembros extra en el staff.

Normalmente, cuando estos centros médicos tienen que afrontar cargos de negligencia, la respuesta que suelen dar es que no están en condiciones de contratar más personal o adquirir más equipo para la prevención de escaras.
Esto es totalmente cierto en lugares especializados en el cuidado de personas mayores, donde el presupuesto es restringido y/o priorizado en problemas un tanto más serios… pero, ¿ésta es realmente una excusa legítima? ¿Los hospitales y residencias deberían tener luz verde porque no se pueden permitir la implementación de procedimientos que puedan salvar vidas? Analicemos esto con calma y dejemos que las matemáticas hagan su parte.

Las estadísticas nos muestran que en el año 1994, había 6,374 hospitales en Estados Unidos con una media de 177 camas en cada uno. El porcentaje de ocupación de los mismos era de 66.1%. Por consiguiente, aplicando las matemáticas, el promedio de camas ocupadas en un día cualquiera era de 745,740.
Cuando se comparan los casos de escaras (o llagas de presión) con respecto a la población de los hospitales encontramos que, en un día común y corriente, hay aproximadamente 80,000 pacientes que sufren de esta complicación. Ahora, si multiplicamos ese número por la estancia media al mes de residentes con escaras (27 días), obtenemos como resultado que más de 1,000,000 de personas desarrollan llagas de presión potencialmente fatales -y probablemente evitables- anualmente.

En añadidura, los costos asociados con la atención de este tipo de casos son astronómicos. Por ejemplo, la estancia promedio de un paciente mayor de 65 años en un centro especializado ronda los $2360 por día. Si este mismo paciente desarrolla alguna clase de escaras, probablemente terminará quedándose 27 días más de lo esperado.
Por tanto, desde una perspectiva financiera, obtenemos la cantidad de $50,976 en costos médicos adicionales por persona con llagas de presión. Multiplicando este número por los 1,088,778 pacientes que presentan escaras al año, nos sale la cifra astronómica de $55,000,000 que se gasta en este tipo de cuidados.
Increíblemente, los expertos coinciden en señalar que esta estimación se queda corta pues los pacientes con llagas de presión suelen quedarse más tiempo en las residencias para tratamiento de infecciones e injertos de piel. Y eso no es todo: también habría que sumar los costos generados por los miles de personas que llegan a morir como consecuencia de esto… para sus amigos y familiares, la salvación de una vida es algo que no tiene precio.

Lo que inquieta de sobremanera es darse cuenta de que, basados en las cifras presentadas más arriba, los hospitales y los centros especializados en el cuidado de personas mayores pueden ahorrar $44,000,000 en servicios médicos con un exhaustivo trabajo de prevención. De llevarse a cabo, este dinero podría ser invertido en tecnología superior y la contratación de suficiente personal calificado para brindar el cuidado adecuado a los pacientes y a los residentes permanentes.
Es por esta razón que compañías aseguradoras como Aetna y Wellpoint suelen decir que no a las residencias que buscan un reembolso por los costos asociados con cuidados en casos de escaras. Y aunque yo no esté 100% de acuerdo con esta política (creo que es una decisión que debería ser tomada por un jurado) es un comienzo.

Sin embargo, lo que queda claro es que las familias no deberían afrontar la pérdida de un ser querido porque una industria de un billón de dólares no contrató a dos enfermeras adicionales para brindar el servicio a cabalidad. De forma similar, aquellos centros que resultan imponentes ante nuestros ojos no tienen derecho a medicar a los pacientes y luego dejarlos solos durante horas, para después ponerse a llorar y lamentar la pérdida de uno de los residentes debido a escaras (llagas de presión).
Las matemáticas prueban que estamos ante una situación bastante seria. Es tiempo de usar esta información para mejorar la calidad de vida en los hospitales y lugares especializados de este país.

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Información sobre Demandas Relacionadas con Escaras o Llagas de Presión

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Escaras: maneras de prevenirlas

Formas simples y creativas de prevenir escaras (o llagas) en las residencias

No ha pasado mucho tiempo desde que Jack Halburn, uno de los abogados más respetados en la materia, publicaba una historia del New York Times concerniente a la prevención de escaras (o llagas de presión) y a cómo algunas residencias especializadas en el cuidado de personas mayores ahora cuentan con todo un equipo decidido a finiquitar este problema de una vez por todas.

Una de las frases del mencionado artículo que más llamó mi atención es aquella que decía “la prevención de escaras es el tipo de trabajo que requiere 24 horas, todos los días, durante todo el año”.
¡Y desde luego que es así! Lo que nos lleva a una inquietante pregunta: ¿por qué la mayoría de residencias no ven las cosas desde esa perspectiva?

En una brillante acotación al respecto, a continuación enunciaremos las soluciones “más creativas y de bajo costo” que están empezando a ser implementadas por estos centros para luchar contra la aparición de escaras.
Por ejemplo, una residencia luterana ubicada en Fort Wayne, Indiana, ha desarrollado un equipo enfocado en este problema que mantiene a los residentes en constante movimiento para evitar la aparición de estas llagas de presión:

1. Los trabajadores de la lavandería ahora se aseguran de que la ropa de los residentes tenga la talla adecuada para que no genere problemas de limitación en su movimiento.

2. El personal encargado de la cocina ha aumentado la dosis diaria de proteínas en las comidas para mejorar la alimentación. Además, se ha cambiado el sistema en que éstas se sirven: ahora se hace en forma de buffet para incitar a que los residentes estén en continuo movimiento en vez de sentados en un sólo lugar.

3. El salón de belleza ahora reubica a sus clientes mientras se les hace un peinado o se les arregla el cabello. Así se evita que estén sentados en una misma posición por mucho tiempo.

Estos cambios son muy simples pero extremadamente efectivos… y no necesitan fondos extra o tecnología de avanzada para ser implementados en lugares donde el dinero no es precisamente lo que sobra: no hay pretexto para no llevarlos a cabo.

Sin embargo, para aquellos centros especializados en el cuidado de personas mayores que poseen los recursos para invertir en productos orientados a la prevención de escaras, David’s Place en Nebraska es un gran ejemplo de cómo usar la tecnología en beneficio de los pacientes.
Esta residencia ha adquirido recientemente colchones hechos a base de espuma de alta densidad para reducir la presión en determinadas áreas. Aquí también se usan cremas que protegen de la humedad en aquellas personas que sufren de incontinencia, ayudándoles a reducir el contacto prolongado de la orina con su piel.

Una vez más, estos cambios son sumamente sencillos y extremadamente efectivos en lo que respecta a la reducción de escaras en el cuidado de personas mayores. Lo único que se necesita es un poco de esfuerzo y una pizca de creatividad.
Y aunque estas sugerencias puede que no terminen completamente con este problema, creo que las familias de los pacientes se sentirían mucho mejor sabiendo que la residencia está tomando en serio todo este tema para mejorar el cuidado brindado a sus seres queridos.

Para más información en lo que respecta a escaras (llagas de presión) y maltratos en el cuidado de personas mayores, haga click en los siguientes enlaces:

Escaras (o llagas de presión)
Maltrato y Abuso en Residencias