En otro caso de maltrato o abuso en residencias, el pasado martes 22 de febrero William Spears, un interno de 78 años de edad, cogió su andador y salió a dar un paseo alrededor de las 11 de la noche. Cruzó la puerta principal del Emeritus Senior Living Facility en Mount Prospect, Illinois, y nadie dijo o hizo nada. Poco después, Spears fue embestido por un vehículo deportivo que se encontraba transitando por Euclid Avenue.
Sin perder tiempo fue ingresado en el Advocate Lutheran General Hospital lugar en el que, debido a esta negligencia, terminó perdiendo la vida a las 11:27.
Antes de que tuviera el accidente, un auto Ford Escape que se encontraba transitando por la misma avenida lo vio y se detuvo: el conductor y los pasajeros bajaron del vehículo e intentaron ofrecerle su ayuda, pero William se negó.
El coche que le embistió también terminó embistiendo al Ford Escape pero, afortunadamente, ninguno de sus ocupantes resultó herido.
¿Cómo es posible que un interno salga a la calle a esas horas y nadie lo note?
Spears abandonó la residencia casi a las once de la noche sin que ningún miembro del centro de cuidado moviera un dedo o al menos le preguntara a dónde se dirigía.
¿En dónde estaba el personal de la institución cuando William vagaba por las calles hasta que sufrió el accidente? ¿Por qué no había nadie resguardando la puerta principal? ¿Cómo es que un paciente puede salir sin que nadie se dé cuenta? Este es el tipo de negligencia que degenera en accidentes con consecuencias graves y en fallecimientos antes de tiempo, y deben adoptarse medidas para que estas instituciones se conviertan en lugares realmente seguros para nuestros seres queridos.
Llega un momento en el que nuestros familiares se vuelven mayores, se enferman, y necesitan un tipo de cuidado que nosotros no podemos brindarles, pero si no podemos confiar en ninguna institución para que lleve esta tarea a cabo, ¿quién podrá defendernos? Nuestra única opción es buscar e investigar concienzudamente los centros en donde pretendemos ingresar a nuestro ser querido, y mantenernos vigilantes en todo lo que tiene que ver con el cuidado que reciben.
Una vez que una persona se convierte en interno de alguna institución, hay que visitarle a menudo, hacer muchas preguntas, y escuchar las quejas que esta persona pudiera tener. Si nadie más va a controlar y regular esta industria, entonces debemos hacerlo nosotros mismos.
Abogados de Abuso en Residencias de New Jersey y Philadelphia
Si usted o alguno de sus seres queridos es un interno de alguna residencia o centro de cuidado, y considera que el tipo de servicio que está recibiendo es abusivo, negligente o inadecuado, póngase en contacto con el Estudio de Abogados Mininno para una evaluación gratuita de su caso o llámenos al (856) 833-0600 en New Jersey, o al (215) 567-2380 en Philadelphia.
Deje que nuestro experimentado equipo de profesionales haga valer sus derechos y obtenga la compensación económica que se merece.
El Marcella Center, ubicado en Rancocas Road, Burlington, fue protagonista de dos inspecciones de rutina entre noviembre del 2008 y octubre del 2010. Durante este periodo, la residencia registró nada menos que 19 puntos en contra totalmente diferentes entre sí.
Esta residencia, no obstante estar dirigida por una gran corporación, ha sido citada por un gran número de deficiencias entre noviembre del 2008 y octubre del 2010: nutrición y planes de alimentación, instalaciones en buenas condiciones, responsabilidades a la hora de administrar medicinas, entre otras.
El Silver Care Health Center sólo ha tenido dos inspecciones rutinarias en dos años, concretamente entre noviembre del 2008 y octubre del 2010. Durante las mismas se encontraron 31 deficiencias. Esta residencia ha recibido citaciones a causa de sus muchas violaciones: del código de seguridad, de limpieza, de medicación correcta y libre de drogas innecesarias, de la defensa y preservación de la vida, etc.
El Lincoln Specialty Care Center sólo ha tenido dos inspecciones de rutina entre noviembre del 2008 y octubre del 2010. Durante este corto periodo de tiempo se le han encontrado 57 deficiencias en la residencia, es decir, casi 30 por visita, y tiene casi el doble de citaciones con respecto a cualquiera de los centros presentados aquí con anterioridad.
Aquí, la participación de los familiares del paciente cobra especial importancia: deben revisar que el personal de la institución está, en efecto, tratando de manera especial a su ser querido, pues su condición le hace especialmente vulnerables a las escaras o llagas de presión.
En el Estudio de Abogados Mininno, sabemos por experiencia lo difícil que es para una familia tomar la decisión de iniciar las investigaciones pertinentes para determinar si una institución es responsable o no de los daños ocasionados a un familiar. Además, puede ser muy decepcionante cuando la firma legal en la que la familia puso toda su confianza para ello les envía una comunicación haciéndole saber que no tomará el caso.
Las residencias nos hacen firmar un acuerdo de arbitraje obligatorio cuando aceptan el ingreso de uno de nuestros seres queridos. Inicialmente, estos centros de cuidado se ganan nuestra confianza prometiéndonos un cuidado impecable, atento, completo y empático. En ese momento lo último que pasa por nuestra mente es una demanda por abuso en residencias.
Durante el ejercicio legal me ha tocado hablar con cientos de familias para discutir si una demanda por