Mucho se ha dicho ya de los niños que nacen con labio leporino o paladar hendido debido, entre otras cosas, al consumo de Topamax durante la etapa de gestación, así como del proceso quirúrgico al que casi con seguridad deberán someterse para corregir este tipo de lesiones o defectos de nacimiento.
Pues bien, desde este humilde espacio queremos compartir con todos nuestros lectores algunos consejos post-operatorios que esperamos sean de ayuda en la recuperación de su hijo.
Luego de una cirugía, la cavidad bucal se su niño necesita sanar rápidamente. Este proceso suele ser muy complicado y molesto tanto para él como para sus progenitores, pues de sobra es sabido que suelen llevarse casi todo lo que encuentran a la boca. Por ello, muchos padres escogen usar dispositivos que restringen la movilidad de sus brazos (no-no’s) en un intento de prevenir que sus manos, dedos, o juguetes terminen dentro de ella, volviendo a dañar la zona que había sido curada. Esta medida puede resultar cruel a simple vista, pero puede ser necesaria si queremos que la cirugía corrija el tejido de la mejor manera posible.
En añadidura, la alimentación de su hijo debe limitarse a la ingesta de líquidos y comidas suaves que no requieran masticación. El uso de botellas y vasitos con sorbetes (sippy-cups) también debería ser restringido, pues sus puntas pueden chocar contra el paladar y entorpecer el trabajo realizado durante la cirugía. Las cucharas y otros utensilios similares deben ser evitados por la misma razón. El regreso a la dieta regular puede ser cosa de un par de semanas, dependiendo del tipo de proceso quirúrgico realizado.
Algo que también cobra especial importancia es la higiene oral. Los padres deben enjuagar la boca de los infantes constantemente con agua bien limpia. El cepillado de los dientes debe ser reanudado en no más de una semana, y el uso de peróxido de hidrógeno (lejía) en la casa debe ser evitado a toda costa pues se sabe que retrasa el proceso de sanación.
Abogados de Defectos de Nacimiento en New Jersey y Philadelphia
Si usted cree que el cuadro de labio leporino o paladar hendido que presenta su hijo puede deberse al consumo de Topamax durante el embarazo, hable inmediatamente con un profesional legal especializado en defectos de nacimiento: todos coinciden en que lo más conveniente para su niño es que se someta al proceso quirúrgico respectivo lo antes posible. Póngase en contacto con el Estudio de Abogados Mininno para una evaluación gratuita de su caso o llámenos al (856) 833-0600 en New Jersey o al (215) 567-2380 en Philadelphia.