Topamax es un medicamento que se ha vuelto bastante popular en los últimos años por su efectividad a la hora de tratar, por ejemplo, casos de epilepsia o migrañas. Sin embargo, estudios recientes han mostrado que este estupefaciente puede colaborar en la aparición de lesiones o defectos de nacimiento, como por ejemplo labio leporino o paladar hendido, si se consume durante el primer trimestre del embarazo.
La FDA reconoce los riesgos asociados al consumo de Topamax
El pasado 4 de marzo, la FDA emitió un comunicado de alerta relacionado con las medidas que deben tomarse ante el riesgo de malformaciones orales en recién nacidos, incluyendo la de poner una etiqueta en cada envase advirtiendo de las mismas. La FDA también cambió la clase a la que esta medicina pertenece: ahora es de clase D, lo que significa que puede ocasionar daños permanentes e innecesarios al feto humano.
Este nuevo avance en la investigación proviene de estudios llevados a cabo por la North American Anti-epileptic Drug Pregnancy Registry. La conclusión de los mismos señala que las lesiones de nacimiento tienen más posibilidades de darse cuando el feto ha sido expuesto a medicinas como topiramato (Topamax) durante el periodo de gestación.
La FDA ha recomendado que el Topamax no debe ser recetado a mujeres embarazadas a no ser que la situación sea de vida o muerte, o que la administración de medicinas alternativas no haya surtido efecto.
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