Max DeVries, de 61 años de edad, tuvo un cuadro de derrame cerebral y fue admitido en el Hospital St. Joseph’s, ubicado en St. Paul, Minnesota. Sólo días después se le programó para un reemplazo de líquido lumbar. Mientras se encontraba bajo anestesia, Max se cayó de la mesa de operaciones, y se golpeó la cabeza en un área donde los doctores habían trabajado previamente removiendo parte de su cráneo para aliviar la inflamación de su cerebro.
La caída degeneró en un desangramiento severo del cerebro. El Sr. DeVries fue entonces llevado a someterse a una CT Scan (Tomografía mediante rayos X), y terminó falleciendo el 13 de abril de un ataque cerebro-vascular masivo. Su familia está convencida que su deceso se debió a la caída que sufrió en la sala de operaciones.
Cuando el personal del hospital se puso en contacto con la familia DeVries para notificarle del accidente, dijeron que los implementos de seguridad usados para mantenerlo quieto no eran lo suficientemente fuertes como para contener a un hombre obeso. Max DeVries medía 5’5 (1.70 m aprox.) y pesaba alrededor de 300 libras (unos 136 kilos).
La familia DeVries y el abogados especializado en negligencia médica a cargo del caso afirman que el Hospital St. Joseph’s no estaba equipado de manera conveniente o preparado apropiadamente para manejar con seguridad a un paciente de la contextura de Max. La demanda por negligencia médica también sostiene que tanto el peso como la estatura del fallecido no es algo fuera de lo común entre víctimas de derrame cerebral.
El Hospital St. Joseph’s emitió un comunicado explicando que ellos toman muy en serio lo que sucedió en la sala de operaciones, y expresando sus más sinceras condolencias a la familia. Señalan además que poseen un record incólume en lo concerniente a la seguridad de sus pacientes, y que sus labores de cuidado están siendo implementadas constantemente para mejorar el servicio brindado.
Negligencia Médica en NJ o PA: Estudio de Abogados Mininno
A fin de cuentas, el Hospital St. Joseph’s no estuvo a la altura de la situación. Lo llevaron a la Sala de Operaciones para un procedimiento de rutina y terminaron quitándole la vida debido a una severa negligencia. El tener mecanismos de contención no apropiados o camas de tamaños estándar nunca deberían ser la razón para que alguien muera dentro de las instalaciones médicas.
Max DeVries y su familia confiaron en que este establecimiento les brindaría una buena calidad de vida, mejoraría su salud, y terminaría dándole de alta para que pueda regresar a casa.
Esta clase de maltrato y negligencia médica no puede quedar en el olvido o debe ser pasada por alto. El personal de un centro de cuidado está obligado a brindar el mejor servicio posible en aras de mejorar la calidad de vida de sus pacientes. A todas luces se ve que aunque los doctores del St. Joseph’s son muy capaces, no contaban con el equipamiento médico necesario para cumplir su labor a cabalidad.
Si usted o alguno de sus seres queridos ha sufrido complicaciones debido a maltrato o negligencia médica, no se quede en silencio: busque inmediatamente la ayuda de un abogado especializado en este tema, pues esperar o dejar pasar el tiempo sólo puede ocasionar problemas ya que el tiempo predeterminado para sentar una denuncia es limitado.
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