Visitar una residencia no es algo fácil de hacer. La verdad es que tan sólo una visita puede tener enormes implicaciones en el futuro de un ser querido. Usted puede aprender muchas cosas simplemente pasando un poco de tiempo en ella, hablando con el personal del centro y acostumbrándose a la atmósfera
Cuando sea momento de visitar una residencia, debe tener los ojos bien abiertos y ser muy observador: hay cosas que definitivamente llamarán su atención – buenas o malas.
Al visitar una residencia, ¿en qué debería fijarme?
Cuando usted se encuentre visitando una residencia, querrá evaluar el comportamiento de los residentes y del staff pero, lo más importante, querrá saber todo lo que rodea a una simple palabra: cuidado. ¿Cómo se trata a los pacientes? ¿Cuál es la calidad de servicio que se brinda? ¿Los empleados realmente se preocupan por los residentes o sólo se limitan a hacer su trabajo? Responder estas inquietudes le será de inmensa ayuda a la hora de escoger. Afrontémoslo: atender a nuestros seres queridos es algo que muchas veces no podemos hacer por nosotros mismos pues tienen muchas necesidades y problemas de salud. Se debe tener una persona especial que sea capaz de cuidarles diariamente. Ponga atención a los miembros del personal. ¿Realmente parece que se preocupan por los pacientes o sólo están allí por el dinero y haciendo un trabajo?
Todas las anteriores son preguntas importantes que debe formularse a la hora de hacer una visita. Quizás sea de ayuda llevar un lápiz y un papel. Idealmente, usted reunirá mucha información y no podrá recordar toda, así que poner lo más resaltante por escrito será útil para que no la olvide. Una lista de control también es una manera de hacerlo. Le sugerimos que visite Medicare.gob pues posee una lista de control en residencias de lo más completa.
¿Qué más debo hacer al visitar una residencia?
Ya hemos hablado de prestar atención al cuidado que reciben los residentes cuando usted está de visita. La observación es sólo el primer paso. ¿Cuál es el segundo? Hablar, comunicarse. Hable con los empleados, pero más importante, ESCUCHE todo lo que ellos tienen que decir. Si se refieren a los pacientes por su nombre, o los llaman “clientes y residentes”. También le sugerimos que pase tiempo con los pacientes. Invite a los empleados a que le presenten algunos.
La siguiente es una idea aún mejor: hable con otros visitantes o familias que tengan a un familiar en el centro. Llame con antelación para averiguar cuándo es el día en que los visitantes acuden a la institución, y hable con ellos. Intercambie direcciones de e-mail y obtenga la información que busca de primera mano. Pregúnteles qué opinión les merece la residencia y sobre el tipo de cuidado que están recibiendo sus seres queridos.
Aunque sabemos que puede ser algo duro, de ser posible usted debería llevar a su ser querido. Ellos pueden mostrarse reticentes a la hora de estar allí o sólo con la idea de ir a la residencia, pero usted puede aprender a tratarlos sólo con mirar cómo lo hace el personal a la hora de la visita. Si es posible, deje que su familiar haga amistad con otros pacientes. Observe cómo interactúa con ellos. Vea qué sucede.
Este paso es crucial. Muchas residencias son negocios que esperan llevarse todo el dinero de su compañía de seguros, así que si usted no busca encarecidamente y encuentra una buena residencia, puede estar aumentando sensiblemente la posibilidad de que su ser querido se convierta en víctima de maltrato, abuso o negligencia médica.
Para tener en cuenta
Esperamos que no, pero si usted tiene la menor sospecha de que lo anterior está sucediendo le pedimos que se ponga inmediatamente en contacto con nuestros abogados especializados en maltrato en residencias.
En el Estudio de Abogados Mininno, nuestros profesionales litigantes tienen amplia experiencia llevando este tipo de casos y siempre estarán dispuestos a ayudarle en lo que necesite. Escríbanos o llame al (856) 833-0600 en New Jersey, o al (215) 567-2380 en Pennsylvania.