A continuación el séptimo consejo para evitar una forma tan común de maltrato o abuso en residencias como es la formación y desarrollo de escaras o llagas de presión. Esta vez los más entendidos en el tema nos hablan de algo que muchas veces pasa desapercibido o se da por sentado.
Prevención de Escaras: Tip #7
El séptimo tip ofrecido por los profesionales en la materia es tan simple como importante. Una buena hidratación siempre ayuda a que los pacientes de cualquier residencia prevengan las temidas escaras o llagas de presión. Mientras se envejece, uno tiende a ingerir menos fluidos y ser más susceptible a la deshidratación: esto es especialmente cierto en pacientes que dependen constantemente de un miembro del staff.
Todo el personal del centro de cuidado debe estar entrenado para saber administrar fluidos a los internos y proveerles la hidratación que necesitan: la deshidratación es un riesgo significativo y determinante en lo que concierne a la aparición y desarrollo de escaras o llagas de presión.
Hidratación: ¿Cuánta y Por Qué?
¿Cuánta agua debe beber un residente cada día? Desafortunadamente, esta pregunta no tiene una respuesta sencilla pues varios estudios realizados muestran resultados diferentes. Sin embargo, las siguientes medidas pueden resultar de ayuda:
1. Todos los pacientes de una residencia deben beber un vaso de agua a la hora de cada comida y después de ella.
2. Cuando un miembro de la familia viene de visita debe servirse un vaso de agua y servirle otro al paciente, para ver la reacción que este último tiene.
3. El staff de la residencia debe administrar un vaso de agua a todos los pacientes a primera hora de la mañana, y además debe animarles a que lo terminen antes de que se sirva el desayuno.
El trabajo de hidratación de un paciente es un esfuerzo en conjunto, entre el personal de la institución y la familia. Todos los familiares deben asegurarse de que su ser querido cuenta con una historia clínica que deje entrever cuándo o a qué hora bebió agua u otro fluido por última vez
¿Por qué? La razón más importante es que una buena hidratación previene la formación de escaras o llagas de presión. Además, si por alguna razón el interno ya presenta estas complicaciones cutáneas, es incluso más importante que se hidrate de manera adecuada: el primer paso para frenar su desarrollo y/o curarlas es ingerir una buena cantidad de fluidos.
Los familiares del paciente deben ser muy incisivos en este punto, y deben asegurarse de que los miembros de la residencia están cumpliendo con administrar los fluidos que su ser querido necesita en aras de minimizar el riesgo de formación y desarrollo de llagas de presión.
Abogados de Abuso en residencias de New Jersey y Philadelphia
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