Este consejo es particularmente importante en lo que se refiere a prevenir la formación y/o desarrollo de escaras o llagas de presión: tener especial cuidado con los pacientes cuya capacidad mental esté por debajo de lo normal pues, a menudo, son ellos los que terminan siendo víctimas de negligencia y abuso en residencias.
Programas personalizados ejecutados a diario y el uso de hojas de control son de particular importancia cuando se trata del cuidado de internos especiales.
Prevención de Escaras: Tip #12
Aquí, la participación de los familiares del paciente cobra especial importancia: deben revisar que el personal de la institución está, en efecto, tratando de manera especial a su ser querido, pues su condición le hace especialmente vulnerables a las escaras o llagas de presión.
Los internos con una capacidad mental por debajo de la normal presentan una serie de características que deben ser tomadas en cuenta por el staff que los tiene a su cargo: entre otras cosas, ellos no tienen la capacidad sensorial necesaria para darse cuenta de la aparición de una escara, y aún si se dieran cuenta, no siempre son capaces de expresar lo que están sintiendo o de tomar las medidas necesarias para prevenir su desarrollo.
Algunas veces, esta disminución de las habilidades mentales se debe a una enfermedad o simplemente a la edad, pero también pueden darse producto de la mala combinación de medicinas. Por ello, es crucial que el personal de la residencia esté siempre pendiente de ellos, cubriendo sus necesidades, pues muchos de los casos de abuso y/o negligencia tienen su origen en la pobre vigilancia de los pacientes.
Los familiares del interno deben discutir con los encargados la clase de medicamentos que se le administra, sus posibles efectos secundarios, y estar siempre al tanto de que su capacidad mental no disminuya. No debemos olvidar que ellos necesitan atención especial para evitar que desarrollen estas temibles complicaciones cutáneas.
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Las escaras o llagas de presión son consecuencia de una presión prolongada que evita la buena irrigación sanguínea de los tejidos, causando su deterioro. La muerte del tejido ocurre a menudo cuando éste se encuentra comprimido entre una prominencia ósea y una superficie externa, que puede ser una cama, silla de ruedas, o incluso otras partes de nuestro propio cuerpo.
Esta redistribución de la presión es de mucha importancia pues si no la tenemos en cuenta estaríamos generando la rotura de vasos sanguíneos en el paciente, lo que conlleva a una pobre oxigenación y nutrición de la piel, causando la muerte de sus células.
Movimiento y reposición continuos son de vital importancia para este fin. Tal y como señala el National Pressure Ulcer Advisory Panel, los pacientes que deben permanecer en cama deben ser cambiados de posición por lo menos cada dos horas, y los que están confinados a una silla cada hora: esto es tan importante que ha llegado a formar parte de las regulaciones federales.
Puede parecer obvio y muchas veces se da por descontado, pero cuando la alimentación de un interno depende del staff de una institución, hay que andar con cuidado: los familiares deben interesarse y discutir todos los aspectos relacionados, incluyendo la administración de complejos vitamínicos y minerales, así como asegurarse que se le está brindando los nutrientes que necesita.
El séptimo tip ofrecido por los profesionales en la materia es tan simple como importante. Una buena hidratación siempre ayuda a que los pacientes de cualquier residencia prevengan las temidas escaras o llagas de presión. Mientras se envejece, uno tiende a ingerir menos fluidos y ser más susceptible a la deshidratación: esto es especialmente cierto en pacientes que dependen constantemente de un miembro del staff.
Desde aquí animamos a cualquier miembro de la familia de un paciente a que entre en contacto con el personal de la residencia para asegurarse de que el nutricionista está al tanto de su condición. Cualquier miembro del personal necesita saber identificar los factores que se relacionan con la asimilación de proteínas o calorías: la inadecuada vigilancia del proceso nutricional es una de las mayores responsables de la aparición de escaras o llagas de presión en los residentes.
Además, el staff de la residencia debería anticipar y esperar que los problemas de incontinencia presentados por los pacientes puedan no ser controlados por ellos mismos. Por ello, en aras de minimizar los riesgos derivados, es importante que el personal efectúe la limpieza de su piel apenas ésta se ensucia y use una crema protectora para protegerla de las escaras o llagas de presión.
Los familiares del paciente deben preguntar directamente a cualquier miembro de la institución sobre quién está a cargo de bañarle, y si esta persona ha sido entrenado de manera adecuada para ello. Esta pregunta puede parecer un poco tonta, pero en realidad es muy importante. Más aún, si el paciente ya ha desarrollado una escara o llaga de presión, el baño debe ser supervisado por un profesional experimentado en la materia.
Nuestros profesionales legales expertos en este tema escuchan a pacientes y familias de pacientes quejarse diariamente de que los miembros de la institución a la que pertenecen no cambian las sábanas periódicamente y, en particular, no lo hacen cuando éstas presentan signos de humedad.