Como resultado de una negligencia médica, una corte del Condado de Lackawanna (PA) emitió un veredicto de $1.88 millones en beneficio de una mujer de Dunmore a causa de un diagnóstico erróneo de cáncer que finalmente terminó con la vida de su esposo, Terrence Golden, de 60 años de edad.
Negligencia Médica, una historia recurrente
Christine Golden, esposa del fallecido Terrence Golden, denunció a Milan J. Smolko, urólogo, Lillian Logendorfer, patóloga, y al Wayne Memorial Hospital por no haber diagnosticado con acierto en más de un año el cáncer de vesícula que padecía su marido.
Logendorfer y el Hospital alcanzaron un acuerdo privado y confidencial antes de que se llevara a cabo el proceso legal, mientras que el Dr. Smolko y su abogado se encuentran apelando el millonario veredicto.
Smolko atendió muchas veces al Sr. Golden entre septiembre del 2002 y junio del 2004. El paciente se quejaba constantemente de problemas urinarios, y el diagnóstico del doctor fue una glándula inflamada en la próstata.
En el 2003, Smolko ordenó que se le practicara una biopsia y remitió los resultados a Longerdorfer del Wayne Memorial. Ella tampoco pudo diagnosticar el cáncer que padecía.
En el 2004, el cáncer que Golden tenía fue diagnosticado por otro médico, pero éste había avanzado a tal punto que se le tuvo que someter a múltiples operaciones para extirparle la próstata, vejiga, y partes de la uretra.
Terrence falleció en enero del 2008 a los 60 años de edad, luego de que los doctores le dijeran que ya nada podían hacer para tratar su condición.
Abogados y su importancia ante la Negligencia Médica
Si el cáncer hubiera sido correctamente diagnosticado en sus primeras fases, seguramente el Sr. Golden continuaría con vida. Terrence y su esposa tuvieron que soportar mucho dolor y sufrimiento mientras enfrentaban el avance de esta enfermedad terminal.
Además, la Sra. Golden ahora no sólo ha perdido la compañía de su ser más querido, sino también todo aquello que éste le proveía.
El abogado de la familia Golden, James E. Foerstner, comentó sobre el veredicto:
Su esposo fue reivindicado, pero nada de lo que se haga lo traerá de vuelta.
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Como firma legal que asume casos de clientes aquejados por 
La Joint Commission, entidad que es la encargada de proveer la acreditación y certificación a programas y organizaciones de la salud en Norteamérica, distribuye un folleto que resalta los derechos de los pacientes.
Como firma que atiende casos de demandas locales contra DePuy Orthopaedics, hemos empezado a notar una tendencia preocupante en lo que respecta a los sectores de la ciudadanía que se han visto más afectados por este 
También existen estrategias que pueden ser empleadas una vez que los profesionales se encuentran ante una situación de distocia de hombro en pleno parto.
El matrimonio Ginisi (Lauren, de 59 y Joseph, de 63 años de edad) impusieron esta demanda hace tres años, luego de que Joseph tuvo que afrontar una serie de diagnósticos equivocados emitidos por el personal médico del St. Vincent. En el 2004, Joe Ginisi le comentó a su esposa que se sentía mareado y errático. Fueron inmediatamente al hospital y los doctores le diagnosticaron vértigo, mandándolo de vuelta a casa con una receta de medicamentos que debía tomar. Para el 5 de febrero su condición había empeorado: no podía casi hablar y se estaba quedando ciego. 
Luego de llamar a un abogado, el siguiente paso que se suele dar es obtener la historia clínica de la víctima. Es mejor que al principio la familia opte por pedirla a la institución sin la intervención de un abogado, pues esto hace menos probable que la residencia considere ‘desaparecer’ o falsificar documentos valiosos.
Los estudios están mostrando que los implantes de cadera DePuy necesitan ser retirados mucho antes que los implantes tradicionales. En añadidura, dado que el continuo roce entre sus elementos está desprendiendo partículas de cromo y cobalto en el torrente sanguíneo, se espera que los pacientes afectados muestren inflamación y lesiones significativas en los tejidos y estructuras cercanas. Nadie sabe realmente qué tipo de consecuencias permanentes tendrá la acumulación de estos metales en el sistema circulatorio, cardiaco o nervioso de las víctimas.
Este proyecto de ley consideraría que los médicos que tienen a su cargo pacientes cubiertos por el seguro Medicare como ‘agentes del estado’, concediéndoles la misma inmunidad ante daños y perjuicios que todos los empleados del Estado de Florida poseen, pero establecer un límite sólo a la compensación económica de los pacientes asegurados por Medicare es simplemente inconstitucional, pues los denigra y pone al nivel de aquellas personas que ni siquiera pueden obtener un seguro médico.
Muchas veces la severidad de esta condición depende del grado de limitación de los músculos del bebé y las funciones cognoscitivas del cerebro que son afectadas. Por ejemplo, la parálisis cerebral espástica es el diagnóstico más común.